“Psicodelia” tiene su origen en “Psychedelic”, una palabra de origen anglosajón acuñada en la década de los 50’s del siglo XX por el renombrado psiquiatra Humphry Osmond.
Osmond es considerado uno de los pioneros en el uso de sustancias psicodélicas.
Ponerle nombre a lo inefable
Cuenta la leyenda que en la búsqueda de un término que pudiera describir la experiencia con LSD, Osmond contactó a Aldous Huxley y empezaron a intercambiar cartas.
En una de las conversaciones Huxley acuñó el término “Fanerotimo” para referirse a ese tipo de experiencias. En una carta a Osmond, escribió:
“To make this mundane world sublime, take a half gram of phanerotyme”
Traducido al español: “Para hacer este frívolo mundo sublime, toma medio gramo de fanerotimo”
Con todo el respeto y admiración que tenemos al gran Aldous Huxley, la palabra “Fanerotimo” en verdad no suena lindo…
Como respuesta al “Fanerotimo” de Huxley, Osmond escribió:
“To fathom hell or soar angelic, just take a pinch of psychedelic”
Traducido al español: “Para comprender el infierno o volar angelicalmente, solo toma una pizca de psicodelia”.
Sin sospecharlo en ese momento, Osmond le había dado un nombre a parte de lo que se experimenta bajo el efecto de ciertas moléculas, al mismo tiempo que dio una palabra que sería utilizada como adjetivo de múltiples expresiones artísticas vinculadas con el uso de dichas moléculas.
Psicodelia es "manifestar el alma" ¿En verdad se manifiesta?
Con base en nuestra experiencia con la psicodelia podemos decir que no todas las personas que consumen estas sustancias alcanzan a manifestar el alma, por lo general, la gran mayoría se queda en una mera exaltación de su propia imaginación, un estado “alucinatorio”.
De hecho la posibilidad de diferenciar la alucinación de una visión en los estados alterados de consciencia es algo bastante desafiante que solo se logra con una dedicada labor de autoconocimiento, esto lleva tiempo, práctica y mucha autoobservación.
Para manifestar el alma de forma deliberada y consciente, es necesario sacarla de su letargo, para realizar eso, primero es necesario despertar a la mente, construir un vínculo adecuado con nuestras emociones, identificar nuestro ego y dramas de control y esto solo se logra con una dedicada labor de autoconocimiento.
“Despertar la menté ” si, siempre y cuando sea motivada por el espíritu, por ello es necesario detectar si se trata de ego (el despota tenebroso) o espíritu (qpasible escencia)
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